Zaira Rincón Rodriguez
Me llamo Zaira, a los 2 años y 8 meses me diagnosticaron leucemia.
Recibí tratamiento con quimio, radioterapia y un trasplante (de mi hermano).
La verdad es que mi recuerdo de la enfermedad como adolescente es a partir de los 12 años, cuando empezó mi juventud y mi rebeldía. A esta edad, empecé a ir más al colegio.
A veces tenía que volver a ingresar en el hospital, claro que a esta edad ya comprendía más cosas de las que me contaban, y algunas que no me contaban me sentía con miedo a lo que podría pasar.
A pesar de que los médicos me ayudaban mucho, mi rebeldía a veces me jugaba malas pasadas y pagaba los enfados muchas veces con quien más me cuidaba.
Los años pasaron con algún ingreso, pero sobretodo acudiendo a revisiones e intentando hacer la vida lo mas normal posible, acudiendo al instituto.
Lo que si os puedo contar son cosas que me han ayudado a lo largo de todos estos años:
1. Cosas que he ido trabajando y consiguiendo:
A pesar de mis baches lo que más me ha ayudado es ser positiva, te ayuda a salir adelante. Cuando estas de bajón, pensar que vas ha llegar a la meta, ayuda a conseguir lo que te propongas.
2. Cuando tengáis miedo o estéis enfadados:
Cuando tengáis miedo lo mejor es pedir información a los médicos que te llevan y no quedarte con la duda de lo que te esta pasando. La información te la van a dar lo mejor posible y siempre diciéndote la verdad (es lo más sensato).
Si estáis enfadados, de esto yo entiendo mucho, sacad vuestros enfados y rebeldía, os sentiréis mucho mejor. Para eso el equipo de oncología tiene a “los especialistas” que os pueden ayudar. Contadles todo lo que tenéis dentro y os aseguro que os encontrareis mucho mejor.
3. Algunos consejos a los padres:
Muchas veces los días ingresados en el hospital con sus hij@ son difíciles de soportar por las noticias que te dan los médicos. Cuando las noticias son buenas es importante mostrar la alegría para que tu hij@ te vea sonreír a su lado.
No centraros nunca en ningún paciente aunque padezca la misma enfermedad de vuestro hij@ y tenga el mismo diagnostico: cada niño es diferente y evoluciona de distinta manera.
Nunca tiréis la toalla por muy negro que lo veáis, no perdáis la esperanza, y luchad, eso les ayudara a vuestros hijos. El estado de ánimo de los padres, es muy importante para nosotros. Así que si tenéis que desahogaros, hacedlo con las personas que están preparadas para ello. Las cosas positivas ayudarán a vuestros hijos a seguir luchando. Dejad que disfruten cuando tengan oportunidades de conocer cosas.
4. A veces en el hospital…. (Cosas negativas):
Algunos días al despertar ya te empiezan a dar malas noticias como por ejemplo las enfermeras te dicen que te tienen que pinchar y te sienta fatal.
5. También puedes aprovechar (cosas positivas del hospital):
No todos los días son tristes para un niño o un adolescente. Hay talleres, fundaciones y actividades que te animan cuando estás apagad@ de ánimo y hace que se te pase la tarde más corta.
6. Cosas positivas: vivir el día a día:
Cuando tengáis oportunidad para salir con las fundaciones que aprovechadlas e id a todo lo que podáis. Yo tengo la experiencia de haberlo hecho y me ha ayudado bastante.
Espero que mi realidad le sirva de apoyo y ayuda a las personas que se enfrentan a esta enfermedad. Yo llevo desde los 2 años y medio recuperada de mi enfermedad aunque con algunos baches algunas veces. Sigo soñando que alguna vez todo llegue a su fin y realizar las cosas que en algunos momentos no he podido hacer.
Agradezco: a mi hermano (que somos como dos gotas de agua), a mis oncólogos, psicólogos, equipo de enfermería y a todo el personal sanitario. Les doy un montón de GRACIAS por haberme ayudado a llegar donde estoy ahora.
PDT: También quedara en mis recuerdos a las personas que he conocido que ya no están con nosotros pero en mi corazón me llevo cada risa, cada sueño, momentos difíciles y momentos bonitos nunca os olvidare.
BESOS;
Zaira Rincón Rodriguez